Una hermosa chica de cabello negro y con ojos muy simpáticos pasa a lado de mí. Por un instante voltea y me ve directamente a los ojos y una sonrisa tenue se pierde entre los dos.
Pocos minutos regresa a mi vagón y entonces nos vemos directamente a los ojos.
Yo dibujo en ella su simpatía. Ella deja la puerta entre-abierta.
Me debato entre ir o quedarme donde estoy. Poco después debo cerrarla porque un viento violento de frío azota rápidamente en el fondo del tren.
(Parte 1)
Marzo 2013
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