miércoles, 24 de julio de 2013

Otro recorrido al amanecer con ella

De repente una pequeña piedra se incrustó adentro de su pequeña zapatilla. Sacó su hermoso pie lentamente. La planta de sus pies es hermosa y delicada como la inocencia de su sonrisa. Estamos parados en un camino alrededor de pequeños arboles y ella mete de nuevo su pie en la zapatilla, pero ahora tiene más piedritas que antes. Con toda la calma posible y una atención desmedida me acerqué a ella para tomarle su pie y limpiarle la tierra. Sin embargo, antes de rozar su pie una hoja de lo alto cayo en mi hombro y  me detuve de inmediato. Entonces simplemente seguimos caminando platicando de nuestros gustos.  Una semana antes ella iba a mi lado manejando su bici y de repente vimos el amanecer enfrente de nosotros. El sol nunca había sido tan hermoso. Hoy cuando leo sus versos que tienen aquella invitación agradable a la vida me pregunto "¿donde estoy ahora?".
El sol brilla más que nunca a mis espaldas.  
 

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